Rita Daniels, una abuela triunfando en el porno

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Rita Daniels, una abuela triunfando en el porno

Autor: Juliano C Padilla
Fecha de publicación: febrero 8, 2022

El mundo del porno suele ser bastante cruel con aquellas mujeres que ya pasan de cierta edad. Es una industria donde todo se vive muy rápidamente, y lo habitual es que ninguna actriz esté más de seis o siete años como profesional. Como mucho quince, pasando de ser teen a adulta y luego a madurita. En una industria donde ya eres madura pasados los treinta, ¿cómo sobrevivir cuando te acercas al medio siglo? Está claro que para ciertas escenas intensas, las jovencitas son la mejor opción, puesto que tienen más naturalidad y pueden aguantar mejor el ritmo intenso de estas escenas. Sin embargo, si algo hemos aprendido con el porno online es que el sexo con maduras es uno de los géneros más populares. A los hombres les encanta ver a mujeres mayores haciéndolo con jovencitos. A veces solo se llevan unos pocos años, pero se les disfraza de madre e hijo. En otras ocasiones, la diferencia de edad sí que es más notable, y la fantasía se hace realidad.

Lo de estar con una madura es un fetiche que muchos hombres tienen, y que viene dado, sobre todo, gracias a la proyección de experiencia que se hace de estas mujeres. Son auténticas hembras, no jovencitas, que ya han aprendido todo lo que necesitaban saber sobre la pasión y el sexo, y  ahora están perfeccionando esos servicios. En el mundo del cine porno hay varias actrices que pasan de los cuarenta, y algunas de ellas sin visos de jubilarse. Pero como decíamos al principio, esto no es lo habitual. Si has empezado siendo una jovencita, lo natural es que pases diez años en activo y luego te retires. O estés un tiempo entre medias inactiva, haciendo otro tipo de cosas, para que tu regreso al mundo del porno sea mucho más esperado. Sin embargo, el caso de la estadounidense Rita Daniels sí que rompe todos los esquemas. Esta señora, que lo es con todas las letras, sigue haciendo porno pasados los 70 años, algo inaudito en la industria. Lo más sorprendente de todo es que hasta 2010 no se estrenó en el mundillo, justo antes de cumplir los sesenta y convertirse en una auténtica GILF.

Los inicios de Rita

La historia de Rita Daniels es cuanto menos curiosa. Nacida en el año 1950 en la costa del Pacífico Norte de Estados Unidos, la vida de Rita fue bastante normal hasta que, en un momento dado, decidió sacarle partido a un cuerpo absolutamente exuberante e iniciarse como modelo erótica. Apareció en portadas de revistas y también de DVDs, incluso cuando ni siquiera participaba en escenas. De la misma forma, también estuvo coqueteando con la escena swinger, abriéndose a probar nuevas alternativas sexuales. Todo ello la llevó finalmente al mundo del porno, donde comenzó a rodar escenas en el año 2009, justo antes de cumplir los 60 años.

Es algo muy poco  habitual que una mujer tan madura haga porno, y mucho menos que comience a esa edad, pero está claro que Rita es una mujer diferente. Su imponente imagen y lo bien que se conserva la han convertido en una auténtica MILF o GILF, dependiendo de la escena, ya que tiene edad para hacer ambos papeles, el de madre y abuela. Grabó muchas escenas en sus primeros tiempos y supuso toda una revolución en la industria, sobre todo por su interés en las orgías y en el sado ligero. Rita Daniels huye, a pesar de su edad, de dar una imagen de mujer “envejecida”, como a veces aparecen en algunas escenas. Ella no es la típica abuela de pelo cano y cara arrugada que tiene una improbable aventura con el amigo de su nieto. Es una auténtica fiera salvaje que todavía deja exhaustos a los jovencitos en cada escena.

Una trayectoria envidiable

Desde su estreno en 2009, la actriz ha aparecido en casi un centenar de escenas. Pocas, si lo comparamos con otras estrellas porno capaces de grabar las mismas en apenas un par de años, pero también un número suficiente como para convertirla en toda una estrella. Lo peculiar de su edad y de la forma en la que tiene sexo delante de la cámara, sin cortarse un momento, la hace destacar. Y la chica, además cuenta con su propio proyecto personal donde vende fotos y videos exclusivos. Vive perfectamente de la industria y no necesita grabar cincuenta escenas al año para poder estabilizarse. Por eso, su trayectoria también le ha hecho alcanzar ese aspecto casi de leyenda viva del porno. No hay tantas escenas de ella, y las nuevas que aparecen, ya con más de setenta años, son siempre recibidas con los brazos abiertos.

Daniels entró en el mundo del porno sabiendo perfectamente qué era lo que tenía que hacer, y sin ponerse trabas ni tabúes de ningún tipo. Seguramente su experiencia sexual privada fuera ya bastante intensa, así que no ha tenido mucho problema en trasladarla delante de las cámaras. En su segunda escena ya realizó un anal, y durante su segundo año como pornstar se aficionó a los gangbang interraciales. Y es que a esta imponente MILF no hay nada que la frene a la hora de hacer su trabajo, y sus escenas siempre son intensas y muy peculiares. Seguramente por eso logró también ser nominada en el año 2020 a los prestigios premios AVN como Mejor MILF. Seguramente les sacaba veinte años como mínimo al resto de participantes, así que igual habría que crear una categoría GILF solo  para ella, porque a este paso, la chica estará haciendo porno más allá de los 80.

El morbo de las GILFs

El acrónimo GILF hace referencia a la expresión inglesa “grandmother i like to fuck”, que vendría a traducirse como “abuela a la que me follaría”. Es una versión avanzada de MILF, solo que en lugar de una madre, aquí hablamos de una abuela, lo sea o no. Da igual si ha tenido descendencia o prepara el bocadillo a sus nietos, cuando una mujer llega a cierta edad se convierte en una GILF. Y como podrás imaginar, no abundan demasiado en el mundo del porno. De hecho, salvando a Daniels y alguna que otra actriz más, la mayoría de GILFs que hacen este papel en escenas suelen rondar los cincuenta, y queda como algo un poco extraño creerse que esas mujeres son abuelas.

Hay algo morboso y excitante en poder disfrutar del placer con una mujer tan madura. Algunos piensan que esto ya es pasarse, porque siguen pensando en las abuelas adorables que apenas pueden levantarse del sofá. Sin embargo, las actrices que llegan a esta edad lo hacen en buena forma, y aunque sus escenas no son tan intensas como las de las jovencitas, se nota que todavía tienen mucho que ofrecer. Rita Daniels es el ejemplo perfecto de una verdadera madura, que ha sobrepasado ya los 70, y sigue estando tremenda. Ya quisieran muchas jovencitas poseer ese brío y esa pasión que ella demuestra en cada una de sus escenas.