Pirates XXX, una superproducción porno

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Pirates XXX, una superproducción porno

Autor: Juliano C Padilla
Fecha de publicación: julio 11, 2022

En los años 70, la verdadera época dorada del cine pornográfico, las productoras rodaban películas con bajo presupuesto pero un nivel de calidad sorprendente. De hecho, no era extraño encontrar producciones que podían competir de tú a tú con el cine comercial de algunas de ellas, de hecho, contrataban a los mismos equipos técnicos que habían participado en películas tradicionales, para dar más empaque si cabe a la producción. Estos filmes, que hoy se consideran clásicos de culto, fueron estrenados incluso en salas comerciales, generando grandes ganancias a sus creadores. El presupuesto no era demasiado grande pero los beneficios se elevaban por encima de lo soñado. Es lo que cualquier productor querría para una película. Sin embargo, aquello no duró demasiado, y por distintas razones, el cine porno dejó de ser tan rentable a nivel de producción. O sencillamente, los directores entendieron que el espectador medio no estará tan pendiente de las luces o de la fotografía, sino más bien de la acción.

Por eso se dejaron de producir películas con tanto presupuesto, y se exprimió al máximo lo que se tenía. Si con una misma cantidad podías hacer cuatro películas en lugar de una, aún a bajo coste, ¿Cómo no tomar esa vía? En los años 80 y especialmente los 90, el cine porno vivió esa caída a los infiernos, una resaca de la que solo Internet le salvó. La red ha sido la responsable del resurgimiento del cine para adultos, con un concepto totalmente cambiado, eso sí. Las películas ya no se llevan. Lo que se busca es la inmediatez, lo rápido y al grano. Y es por eso que en lugar de grabar películas completas, ahora solo se lanzan escenas. Pero en los años 2000 todavía existían grandes productoras que trataban de mantener ese espíritu de producciones más potentes, para su lanzamiento en formato fñisico, por ejemplo. A principios de los 2000 el DVD era el no va más. Internet todavía no había llegado al punto de expansión que tiene hoy, y millones de usuarios preferían tener su porno a la manera clásica, en un disco en este caso. Es así como surge Pirates XXX, la película porno más cara de la historia.

Una producción de lujo

En el año 2005, el estudio Digital Playground se había convertido ya en uno de los más importantes valedores del nuevo porno digital. Apostaba por escenas en la red, pero también por las películas a la vieja usanza, aunque siempre con un toque marcadamente lujoso. De hecho, las producciones de esta empresa siempre se caracterizaban por un estilo totalmente comercial y cuidado en la fotografía, edición, iluminación… Eran películas porno y había sexo explícito en ellas, pero también un especial mimo en los detalles que otras muchas veces se pasaban por alto. En aquel año, la productora lanzó Pirates XXX, una especie de versión libre y porno de Piratas del Caribe. La saga de Disney estaba arrasando en taquilla, y era un buen momento para aprovechar el tirón. Sin embargo, el verdadero boom llegó con su secuela, en 2008.

La influencia de Piratas del Caribe

La superproducción de Disney basada en la popular atracción de sus parques logró un éxito increíble en los cines. Con estrellas como Johnny Depp y Orlando Bloom todo parecía apuntar a una saga que haría ganar millones a sus productores, como así ocurrió. A lo largo de cinco películas, Piratas del Caribe recuperó un género perdido, la aventura corsaria, y llevó a las salas a millones de espectadores, recaudando más de 3.500 millones de dñolares en total. A rebufo, su versión pornográfica también fue un éxito clamoroso, en otros términos, por supuesto, pero con un alcance similar dentro del mundo del porno.

La secuela, llevada a cabo también por Digital Playground, se convirtió en la película porno más cara de la historia. Los datos y las cifras siempre bailan en este contexto, pero estamos hablando de un presupuesto que estaría en torno a los 10 millones de dólares. Esto, para una película porno es una cantidad insolente, ya que la mayoría de películas de la época ni siquiera llegaban al medio millón. Digital Playground puso toda la carne en el asador y aposto por una producción gigantesca con decorados, iluminación profesional, una edición espectacular y unos efectos especiales que, dentro del presupuesto, estaban a la altura. Y además ofrecían escenas muy morbosas y salvajes con algunas de las mejores actrices del momento. Toda una locura para llegar más lejos que ninguna otra productora y demostrar que todavía se podía seguir haciendo cine de este tipo, aunque fuera, eso sí, un auténtico canto del cisne.

Un reparto apabullante

En Digital Playground tuvieron muy claro que iban a tomarse esta película como una auténtica superproducción. De esta manera, y de la misma forma que hacen en Hollywood, fueron a por los actores y actrices más reconocidos, a por las mayores estrellas del momento. En Pirates: Stanginetti´s Revenge podemos encontrarnos a Jenna Haze, Sasha Gray, Belladona o Jesse Jane, además de actores como Tommy Gunn y Evan Stone. Algunos de ellos ya habían aparecido en la primera parte, pero en el caso de otros era su primera participación en la saga. La única ausencia sonada fue la de Carmen Luvana, la exuberante rubia que protagonizó la primera parte. Con un reparto como este, repleto de estrellas, el público corrió en tromba para ver la película.

Y es que Digital Playground consiguió también animar a todos aquellos que estaban esperando una superproducción de este tipo, de la misma forma que las grandes productoras lo hacían con los blockbusters del año. Se lanzaron rumores, noticias sobre la grabación, y los trailers ya dejaban ver lo espectacular que iba a ser la película en todos los aspectos. Sus ventas fueron estratosféricas, aunque muchos afirman que no consiguió alcanzar el presupuesto marcado. Sin embargo, la película logró prácticamente todos los premios del sector, y quedó convertida en un mito dentro de la industria, un ejemplo de cómo hacer las cosas diferentes y con calidad. Eso sí, sería una de las últimas producciones en atreverse con algo así, porque no mucho después las cosa cambiarían por completo.

Otra manera de hacer porno ya perdida

De hecho, ya en aquella época las cosas estaban cambiando a marchas forzadas en el sector del porno, y una superproducción de este tipo, con un presupuesto absolutamente por encima de la media, era algo muy extraño. Digital Playground quiso hacer una película muy especial que quedara marcada en los anales de la historia y lo logró, aunque el precio a pagar fue alto, desde luego. Hoy en día, Pirates XXX y su secuela se ven como filmes de otro tiempo, a pesar de que solo han pasado unos quince años desde su lanzamiento. La manera de hacer cine porno ha cambiado por completo y aunque hoy hay escenas muy grandes y con muchos medios, a nadie se le ocurriría filmar un filme explícito de 10 millones de dólares.